La iglesia de Sant Martí de Tours, situada en Sant Celoni, fue inaugurada el año 1703, como indica en la parte superior de su puerta principal. Sin embargo, su fachada no se decoró con motivos ornamentales hasta 1762. Se trata de esgrafiados, es decir dibujos, sobre rebozados de mortero de base, procedimiento de moda de la época.
La técnica es la siguiente: se aplica sobre el muro una capa de mortero de entre 1 y 1,5 cm de grueso de un color determinado (arena mezclada con cal y un pigmento del color que se quiera). Después de dejarla secar durante unos días, se aplica una segunda capa de otro color y del mismo grosor pero más compacta y, sin dejarla secar, se dibujan las figuras o motivos que se deseen. Seguidamente, se rascan para obtener el color de la capa de abajo, de manera que tendremos un esgrafiado en dos colores.
La iconografía cristiana pretendía aleccionar al pueblo que la interpretaba. Este retablo esgrafiado lo muestra en sus cuatro registros. En el primero, de izquierda a derecha, vemos una alegoría o personificación de la Justicia con sus atributos: una espada y una balanza en las manos, y, con su título LA BONA OBRA, indica lo que todo buen cristiano ha de realizar. Sigue el arcángel San Rafael que, con el escudo y la espada, era defensor de los evangelios; además se le consideraba protector de los caminantes y enfermos. A la derecha de la puerta, se representa al arcángel San Miguel como defensor de la Iglesia y cabeza de los ángeles buenos y símbolo de la lucha contra el dragón del protestantismo. Y una alegoria de la Caridad, que siempre aparece con dos o tres niños, induce a practicar esta virtud.
En el segundo registro, hay un ángel que lleva en sus manos las llaves de San Pedro, una alegoría de la Fe con sus atributos: ojos vendados, una cruz en la mano izquierda y un cáliz en la derecha. La alegoría de la Esperanza sostiene un áncora, símbolo de su auxilio en momentos difíciles, y un ángel con una tiara (mitra con tres coronas) simboliza el poder universal de la Iglesia.
En el tercer registro aparece una balaustrada con ángeles músicos, a la izquierda de los cuales aparece San Celoni y, a la derecha San Armenter, dos santos que se representaban juntos en muchas ocasiones. Van vestidos a la manera de soldados romanos, y llevan una espada como símbolo de su lucha por Cristo y una palma como símbolo del martirio (son dos santos que fueron martirizados juntos). Destacan en este registro dos plafones decorados y guirnaldas como los que se colgaban en las grandes fiestas religiosas o de la realeza del siglo XVIII. Estos detalles denotan el carácter festivo que quiere reflejar esta fachada.
El cuarto y más alto registro completa el programa de exaltación de la Iglesia. Culmina con un ángel tocando una trompeta, con el mundo a sus pies y sosteniendo una corona de laurel y una palma. A sus pies, dos angelitos sostienen una mitra y un báculo, objetos que hacen referencia a la condición de obispo de Sant Martí.
Esta fachada es una obra artística que vale la pena observar con detenimiento, por la manera que tenía la Iglesia de mostrar a sus fieles imágenes que les indujeran a hacer el bien, y por la tradición catalana del momento de esgrafiar fachadas de palacios, masías, iglesias o edificios civiles.
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